Muchos libros (repito, muchos) se han escrito sobre los cuáles son los diferentes estilos de liderazgo que pueden poseer los líderes y jefes de equipo en las empresas. Si bien la lista sobre dichos estilos puede llegar a ser extensa, desde mi punto de vista los estilos de liderazgo pueden resumirse perfectamente en tres: Democrático, Dictatorial y el que se basa en Delegar. Y aunque pudiera parecer lo contrario, considero que no hay uno mejor que el resto como veremos al final de este post.
…desde mi punto de vista los estilos de liderazgo pueden resumirse perfectamente en tres: Democrático, Dictatorial y el que se basa en Delegar
Democrático
Este estilo se basa en el consenso y se debe poner en práctica en aquellos casos en los que es necesario que sea el equipo quien tome la decisión pues será éste quien deba finalmente ejecutar y poner en práctica las decisiones que el grupo haya tomado. En este caso, el/la líder toma un rol de facilitador en el grupo, incluso llegando a basarse en el coaching para ayudar a dicho grupo de personas a tomar una decisión.
Este estilo de liderazgo es sumamente importante cuando el grupo tiene cierta disponibilidad de tiempo en cuanto a que la decisión no debe ser tomada de forma urgente o inmediata, sino que se posee de cierta libertad y flexibilidad. No obstante, es importante no caer en el problema conocido como análisis-parálisis, esto es, sobre-analizar y debatir buscando una solución perfecta en detrimento de la toma en sí de la decisión y de aceptar que toda decisión conlleva cierto riesgo, que no por ser sobre-analizado desaparecerá o será ampliamente reducido. En dichos casos, será el/la líder del grupo quien debe evitar que se caiga en este problema.
El gran beneficio del estilo Democrático radica en que es el propio grupo de trabajo/personas quien finalmente toma la decisión y si son estos quienes deben luego ponerla marcha, se observará un grado de involucración muchísimo mayor a que si las decisiones hubiesen sido impuestas por un tercero. Esto permitirá que sea el grupo quien, en caso de problemas, tome un mayor grado de involucración en la resolución del mismo, pues al fin y al cabo, estarán lidiando con cualquier altibajo causado por la decisión que han tomado libremente. Igualmente, cuando se trate de reuniones con empleados de forma individual, especialmente cuando tienen algún problema o conflicto, este estilo de liderazgo de ser el predominante en estas situaciones concretas.
Bajo este estilo de liderazgo, como en los 3 que son expuestos, tanto el exceso como el defecto no serán nunca adecuados. En el caso de un líder que demuestra defecto de este estilo de liderazgo, conllevará a la larga que tanto su equipo directo como indirecto dejen de seguirle, pues en la toma de decisiones, éste (el equipo) no es nunca participativo del mismo pero responsable de la ejecución. Igualmente, en caso de exceso, es decir, todas las decisiones son tomadas por parte del equipo, conllevará en ciertas ocasiones que las decisiones no sean tomadas de forma ágil cuando el tiempo sea un factor y un recurso limitado.
Dictatorial
También conocido como Autocrático, el estilo Dictatorial es el caso opuesto al Democrático pues en él el/la líder es quien toma e impone las decisiones a expensas de la opinión del grupo que lidera, que puede estar de acuerdo, en desacuerdo o una mezcla de ambos (algunos miembros aprueban las decisiones mientras que otro las desaprueba).
Este estilo de liderazgo suele ser altamente importante cuando deben tomarse decisiones que son o bien altamente impopulares (pero necesarias) como pueden ser recortes de presupuestos, de personal, suspensión de ciertos proyectos, etc… o bien, que requieran de una toma de decisión rápida, pues no se cuenta con el recurso del tiempo.
Como en el estilo Democrático, y de forma contrapuesta a éste, tanto el exceso como su defecto continuos, no será beneficiosos. En caso de defecto, el/la líder será valorado más como un facilitador (exceso de estilo Democrático) que como un líder fuerte capaz de tomar decisiones de forma eficiente cuando la situación lo requiera, mientras que si hay un exceso de estilo Dictatorial, el quipo de el/la líder irá paulatinamente alejándose de éste/a por lo que su capacidad de liderar desaparecería a la larga.
Basado en la Delegación
Finalmente analizamos el tercer estilo básico de liderazgo que se basa en la Delegación en la toma de decisiones. Es importante aquí indicar la diferencia entre delegar y abdicar. Mientras que en la Delegación, es la persona quien delega en otra quien sigue poseyendo toda la responsabilidad sobre las consecuencias (positivas o negativas) que dicha delegación conlleve, en la Abdicación, básicamente la persona que abdica se eximirá a sí misma de cualquier consecuencia de lo que ello conlleve. Así un líder que delega en otra persona, seguirá haciendo lo necesario para que ayudar y guiar a la persona en la que delega para que las decisiones de esta última sean acertadas.
En cuanto a las consecuencias del exceso y del defecto en cuanto al uso de este estilo de liderazgo, el defecto del mismo suele conllevar que aquellos miembros más seniors y/o independientes del equipo no puedan seguir con su crecimiento personal pues son estos precisamente los que requieren de mayor grado de libertad en la toma de decisiones propias a través de la delegación. En el otro extremo, un exceso de delegación en la toma de decisiones conllevará precisamente a la abdicación, que como hemos visto, resultaría en un líder que realmente está evitando la toma de dediciones y sobre todo, las consecuencias de éstas.
Conclusiones
Como conclusión principal destacaría que no existe un estilo de liderazgo perfecto y mejor a los otros dos, sino más bien, que el equilibrio de los mismos ajustados a cada situación concreta será lo que hará que el/la líder sea percibido/a en cada momento por lo que debería ser: la persona capaz de tomar (o hacer tomar) la decisión adecuada según el contexto en concreto. Aún así, todas las personas solemos tener uno de estos 3 estilos de liderazgo más desarrollado de forma innata, por lo que tendemos a apoyarnos en él para la toma de decisiones. Es por ello que sea importante pararse a analizar cuál es dicho estilo de liderazgo predominante en nosotros, para así balancearlo junto con los otros dos en función de la situación y el contexto.
…el equilibrio de los mismos ajustados a cada situación concreta será lo que hará que el/la líder sea percibido/a en cada momento por lo que debería ser: la persona capaz de tomar (o hacer tomar) la decisión adecuada según el contexto en concreto