Un buen consejo para aquellos que quieran ahorrar fácilmente en casa es la de prestar especial atención a lo que están pagando por la luz, el gas, el móvil, internet, etc… Estos utilities pueden verse también como una suerte de commodities.
¿Y qué es un commodity? Os dejo aquí una definición (aunque fácilmente podrás encontrar muchas otras):
Un commodity puede definirse como un bien que es homogéneo entre las empresas que lo producen. Además, debe ser un bien producido y/o vendido por muchas empresas/fabricantes. Ejemplos concretos de productos básicos son: petróleo crudo, carbón y oro. Estos productos básicos se pueden comercializar como un producto esencial porque pueden considerarse uniformes para ser comercializados en todo el mundo.
Es decir, tomemos como ejemplo la factura de luz de tu vivienda. ¿Es la electricidad que llega a tu casa de mejor o peor calidad que la que llega a casa del vecino?. Lo mismo puede decirse del gas natural para aquellos que calientan sus viviendas en invierno con gas natural y/o calientan el agua por medio de calderas de gas. ¿Es dicho gas mejor o peor que el gas del vecino?. La respuesta es clara: es el mismo. Por lo tanto, se tratan de un commodity. Es decir, el bien en sí (la electricidad electricidad, el gas, etc…) es común para todos. Por ello, deberemos prestar especial atención para elegir aquel comercializador del bien/servicio que queramos adquirir que nos ofrezca el bien en sí al precio más económico pues al fin y al cabo, lo que nos van a dar todos es exactamente el mismo bien (misma electricidad, mismo gas, mismo acceso a datos de internet o móvil,…).
Por ello, deberemos prestar especial atención para elegir aquel comercializador del bien que queramos adquirir que nos lo ofrezca al precio más económico pues al fin y al cabo, lo que nos van a dar todos es exactamente el mismo bien (misma electricidad, mismo gas, mismo acceso a datos de internet o móvil,…)
De hecho, poniendo el ejemplo de la factura de la luz, es importante conocer que en España, la electricidad que llega a nuestros hogares es facilitada por el distribuidor de la zona/región donde vivamos según el siguiente mapa:
Como podrás ver, para una zona/región concreta, como consumidor, no tenemos libertar de elegir quién nos hace llega la electricidad siendo el número de distribuidores de electricidad alrededor de 5 para toda España. Sin embargo, lo que hace que la factura de la luz del vecino sea más o menos económica que la nuestra es gracias a que, sin bien es el distribuidor de nuestra zona/región quien hace que llegue la electricidad a nuestra vivienda, el que nos la factura (es decir, que nos la cobra a través de una factura) es el comercializador. Y en este caso, hay cientos de ellos (más de 400 al escribir este post), todos compitiendo por hacer el mejor marketing que les sea posible para convencernos de que ellos son los mejores, con nombres de tarifas lo más estrafalarias posible para hacernos creer que ellos son los más baratos. Pero como se ha indicado anteriormente, lo que nos venden todos es exactamente la misma electricidad.
Esto mismo aplica en muchos otros campos. Además de la electricidad ya explicada arriba, lo mismo ocurre con el gas natural que usamos en casa (para aquellos que calienten sus viviendas o el agua por este medio) pues hay 5-6 distribuidoras de gas cubriendo toda la geografía española, siendo de nuevo las comercializadoras de gas los que hacen las campañas de captación de clientes, contratación y facturación al cliente final (nosotros, ciudadanos de a pie).
Otro ejemplo similar, aunque de diferente funcionamiento es los servicios de voz y datos que contratamos para hablar y navegar a través de nuestros móviles. No hay más que 5 compañías que tengan red de voz y datos desplegadas en España (Movistar, Orange, Vodafone, Yoigo y Masmovil) sin embargo, desde la liberación de las telecomunicaciones (para promover la competencia y evitar monopolios) hay infinidad de las llamadas OMVs (operadores virtuales) que comercializan sus productos (y son los que nos facturan) pero no dejan de usar las redes de voz y datos de las compañías que tienen dichas redes físicas en propiedad, por lo que de nuevo, lo que recibimos, será siempre coberturas y servicios parecidos, simplemente facturado por infinidad de compañías que compiten en marketing para convencernos de que son las mejores.
Y el último ejemplo que os pongo aquí (aunque hay muchos más) es el de la fibra óptica. Aquí de nuevo son unas pocas compañías de telecomunicaciones las que disponen de fibra óptica propia, sin embargo, hay infinidad de compañías (además de las propias dueñas de las redes de datos) que han llegado a acuerdos con dichas empresas de telecomunicaciones dueñas de la fibra y la infraestructura para vender el servicio directamente a los clientes finales (los ciudadanos de a pie).
Entonces, ¿no se diferencian nunca en nada las empresas que comercializan estos utilities commodities?
Para terminar, añado una última reflexión a tener en cuenta. Si bien, da igual a quién contratemos el commodity en sí (luz, gas, agua, internet/fibra, móvil, etc…) pues todos nos van a ofrecer exactamente el mismo producto (por lo que debemos elegir el que nos lo da más barato sin cegarnos en ofertas, estrategias de marketing, etc…) si es cierto que dichas compañías comercializadores pueden diferenciarse entre sí no por el producto que venden (pues como decimos, es exactamente el mismo) sino por otros factores como puede ser el servicio de atención al cliente: ¿responden rápido?, ¿tienen números gratuitos de contacto?, ¿son eficientes?, ¿emiten siempre bien sus facturas?, etc…