En este artículo se mostrarán las 10 características que todo aspirante a ser jefe de equipo y convertirse en un buen líder deberán haber demostrarlo.
Tener una misión, visión y propósito
Si tu misión en el trabajo se reduce a ganar dinero para pagar facturas, o incluso querer ganar más para así considerar que has alcanzado el éxito profesional, me temo mucho que no estás preparado para ser un líder.
Para aspirar a ser uno, deberás tener claro cuál es tu misión, visión e incluso propósito en la vida. El ser un jefe de equipo y un buen líder no es más que una consecuencia, es decir, otros han visto en ti qué es lo que realmente te empuja en la vida (personal y profesional) y están de acuerdo con ello, por lo que querrán dotarte de un equipo para que llegues antes gracias a los miembros de dicho equipo que te será otorgados.
¿Gestiona o lidera?
No se trata de ser un buen manager (gestor) sino de ser un buen líder (liderar). La diferencia es simple, un gestor gestiona cargas de trabajo, tiempos en los proyectos, dinero, etc… Un líder influye y motiva a los que están a su alrededor, es capaz de hacer cambiar la dirección pre-establecida de las cosas, crea estrategias y, sobre todo, consigue que de forma libre, los que lo rodean quieran seguirle. ¿Qué eres tú… un buen gestor o un buen líder?
Genera visibilidad de los que lo rodean
Aunque hoy no eres un jefe de equipo, ya llevas tiempo trabajando. Cuando consigues tus logros, ¿es porque eres muy bueno de forma individual en aquello que haces? ¿o es más bien porque consigues que el equipo del que formas parte triunfe y consigan una buena visibilidad de sus logros antes vuestros propios jefes de equipo y líderes en la organización gracias a ti?
Consigue que el resto se sienta comprometido
Un buen líder es aquel que cuida de los que le rodean, y consiguen de forma indirecta que se sientan involucrados en lo que hacen. Si tu estilo de liderazgo es muy autocrático de forma permanente, y crees más en el poder posicional (puedo mandar por el título de mi posición) en vez del poder personal (consigo que los demás quieran seguirme voluntariamente), lo siento, no serán un buen jefe.
Atrae al talento
No hay mejor señal de que alguien está listo para ser un jefe de equipo que ver que personas talentosas en la organización están deseando trabajar con él/ella. Y no porque trabajar con dicha persona les vaya a reportar un beneficio económico inmediato, sino porque consideren que aprenderán, les darán nuevas perspectivas y/o que compartan la visión y el propósito que hace que cada mañana se levanten de la cama y vayan a trabajar.
Tiene un buen plan de Desarrollo Profesional
Como veíamos en el artículo sobre tener un Plan de Carrera Profesional, buen jefe debe ser capaz de ayudar a su equipo a poseer el suyo propio. Y no hay mejor forma de ver si tú serás bueno en ayudar a tu potencial equipo futuro a que tengan el suyo propio, que haber demostrado tomarte el tuyo propio de forma seria. Si nunca te has preocupado por tener tu propio Plan de Desarrollo Profesional, ¿qué hará que tus jefes actuales consideres que te preocuparás por ayudar a los miembros de un equipo potencial futuro a tener el suyo?
¿Genera cambio o mantiene el status quo?
Si eres bueno en mantener funcionando aquello que otros han creado en el pasado, ser jefe de equipo no es para ti. Ser responsable de un equipo implica tener cierta tendencia al cambio y al desarrollo y mejoras continuas. Si el cambio te asusta, aún no estás en la fase de Redefinidor del que hablo en hablo en este artículo sobre las 5 fases del crecimiento profesional.
Es innovador
Relacionado con el anterior (ya que una persona innovadora ya de por sí genera cambio), si no te sientes atraído/a por la innovación en el campo que al sea que te dediques, difícilmente conseguirás valorar, fomentar y potencial a aquellas personas que sí sean innovadoras. Recuerda que la innovación no se refiere únicamente a la innovación tecnológica (que también), sino también a la innovación en los procesos, en la estrategia, etc…
Está conectado/a y fomenta el networking
Una persona no alcanza el éxito sola, lo hará de una manera u otra acompañado/a y gracias a los demás. Si no le dedicas tiempo a conectar con los demás, tanto dentro como fuera de tu compañía, difícilmente podrás ayudar a tus empleados futuros a expandir sus conocimientos y conseguir sus metas gracias a tu red de contactos.
Pide ayuda cuando la necesita
Pedir ayuda es un signo de humildad, de reconocer que no se puede saber todo, además de inteligencia al entender que se puede llegar al objetivo de forma más rápida si cuentas con la ayuda de los demás. Un buen líder sabe esto, por ello se crea una red de contactos potente y alimenta sus relaciones con dicha red. Si crees que puedes resolverlo todo por tu cuenta, estarás muy limitado/a, y por ende, también cualquier equipo al que lideres en el futuro.